Posadas: La sociedad de la pose

Nicolás Mazal

A partir de ahora, denominaremos al superior y al inferior de la sociedad de la pose como amo y esclavo, y nos serviremos de la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel para explicar su vínculo. Somos conscientes de que estamos injuriando conceptualmente la dialéctica hegeliana, y hasta desvirtuándola de su implicancia marxista, pero esta dialéctica nos servirá para explicar la sociedad denominada la sociedad de la pose. Recordemos de manera muy resumida que la dialéctica del amo y el esclavo se trata del enfrentamiento entre dos conciencias deseantes. Ambas conciencias tienen el mismo deseo: que la otra conciencia me reconozca como su superior. Para que me reconozca, se establece un enfrentamiento, y este enfrentamiento tiene una resolución porque las dos saben que están emprendiendo una lucha a muerte, pero en determinado momento se resuelve, ya que una de las dos conciencias tiene miedo a morir. Al ser una lucha a muerte va a terminar con la muerte de uno de los dos, entonces el que tiene miedo a morir antepone el temor a la muerte por su deseo, es más fuerte su temor a morir que su deseo de ser reconocido como superior por la otra conciencia. En cambio, aquella que su deseo es más fuerte que su temor a morir es la que somete a la otra. La conciencia que domina, esa figura triunfadora, es el Amo. La otra conciencia, la que tiene miedo a morir, es el esclavo. El amo lo reconoce como esclavo, y el esclavo lo reconoce como amo. Quedan así las dos conciencias constituidas del amo y el esclavo.

Antes del desarrollo, una aclaración: a diferencia de la dialéctica hegeliana, en la sociedad de la pose los habitantes no se vinculan desde la agresión ni la explotación (dialéctica marxista), se vinculan desde la pertenencia, el fin es pertenecer a un estrato de poder.

¿Cómo funciona la sociedad de la pose?

Por un lado, hay un deseo colectivo por parte de ciertos ciudadanos de la ciudad de Posadas, en este caso los esclavos, que es el deseo de pertenecer a un estrato de poder superior en el que se encuentran, con el fin de ser reconocidos por otros habitantes de la misma ciudad que ya se encuentran en ese estrato, los amos. Por otro lado, hay también un deseo colectivo de estos habitantes, los amos, en ser reconocidos por esos esclavos como amos pertenecientes a esos estratos de poder. Una vez que los esclavos logran pertenecer a ese estrato de poder, serán reconocidos por sus amos como parte del mismo estrato, y estos amos, a la vez, serán reconocidos por sus esclavos como amos de ese estrato que ahora comparten. A partir de ese momento, amo y esclavo pertenecen al mismo estrato de poder.

Tomemos un ejemplo del funcionamiento de esta sociedad de la pose. Supongamos una persona que desea ser socia de un club en esta ciudad pero ese club ya no acepta más socios. ¿Cómo hará entonces esa persona para pertenecer a ese club? Podría servirle tener un nivel económico alto, o un apellido conocido dentro de la sociedad posadeña, pero no son elementos suficientes. Para conseguir, lo hará a través de la pose. Esa persona se vinculará con alguien de un estrato de poder superior al suyo con el objetivo de lograr acceder a ser socio del club. Ese alguien puede ser socio de ese club o bien tener contactos para que logren aceptar a aquél como socio. Una vez que ha conseguido ser socio por ese alguien, esta persona pasa a ser esclavo y ese alguien su amo. Este amo ha logrado que ahora su esclavo pertenezca socialmente al club que anhelaba, y éste no lo olvidará, posará para él como alguien que le rinde deferencia social, se hará notar como un súbdito en la sociedad para este amo, pero de manera encubierta, ya que aparentan para la sociedad tener una relación de igual a igual. Y el amo, que logró hacer socio a este esclavo podrá decir: “ahora es como yo”, sabiendo perfectamente que no es como él pero lo necesita para que lo reconozca como amo. Amo y esclavo posan el uno para el otro en el mismo estrato de poder; vínculo falsamente simétrico, amistad explícitamente hipócrita.

Sin embargo, en esta dialéctica hay dos particularidades, la primera es que no sólo hay una relación dual, es plural, porque hay muchos esclavos para muchos amos, y la segunda es que los lugares no son fijos, son intercambiables, el esclavo puede también convertirse en amo, y el amo en esclavo. Por ejemplo, este esclavo devenido en socio del club, participará socialmente con otros socios de ese club, y en esta participación posará como estos socios quieren que sea dentro de ese club, se comportará (posará) socialmente como debe ser un socio. Ahí está en posición de pose de esclavo para otros socios devenidos en amos. Pero si tomamos en cuenta la segunda particularidad, pasado un tiempo, este esclavo se sentirá confiado en que podrá comportarse como amo frente a algún o algunos esclavos, por ejemplo, nuevos socios de su club. El amo puede también ser esclavo, ya que indefectiblemente fue un esclavo. Para pertenecer en el estrato que actualmente se encuentra, tuvo que haber antes posado para otro u otros amos.

La pose en otros contextos de la ciudad

Esta dialéctica de la pose en la sociedad posadeña se puede replicar en otros contextos. Padres que desean que sus hijos vayan a un colegio en particular porque creen que allí hay un estrato de poder superior al de ellos. Cuando lo hacen, esos padres como sus hijos intentarán vincularse con personas de ese colegio que ya están en un estrato de poder superior. Ni siquiera importa si es un colegio con una enseñanza religiosa diferente al cual profesan. En esta ciudad se pueden encontrar niños judíos en una escuela cristiana, o niños cristianos participando diariamente de actividades en un templo judío. Esto puede aparentar cierta apertura inter-religiosa, pero no nos engañemos, es solamente para que funcione la pose. En este caso la pose se acomoda al Dios del amo.

Podríamos mencionar otros ejemplos en donde funciona la dialéctica de la pose en esta ciudad: Los programas de streaming que posan discursivamente para la actualidad política; el sometimiento a cirugías estéticas con el fin de posar para que otros amos lo reconozcan desde lo estético y así pertenecer a una estética social; la proliferación de gimnasios para posar físicamente hacia otros; las actividades artísticas y culturales con mensajes banales para posar frente a sus espectadores y así recibir el cómodo y fugaz reconocimiento; los eventos y las maratones por alguna enfermedad que se suelen realizar en la Costanera de la ciudad con el objetivo de posar para los agentes de salud, familiares y enfermos, pero sin hacer realmente algo por esa enfermedad; los políticos en las redes sociales por ser desesperadamente influyentes para tener seguidores/esclavos a través de los comentarios y likes.

Es común también encontrar esta dialéctica de la pose en escenas más personales: alguien que se pone en pareja con alguna persona de un estrato de poder superior; alguien que consigue trabajo por algún “contacto” importante y que por eso cree pertenecer a un estrato de poder superior al que anteriormente pertenecía.

Si bien estos ejemplos parecerían ser que apuntan a una clase media o clase alta, no crean que la pose solo pertenecen a esos sectores. El albañil o la empleada doméstica que muestran su carta de presentación: “trabajé para tal patrón, él le puede decir lo que soy…”. Trabajar con tal patrón-amo le definiría a ese trabajador o trabajadora lo que es: un esclavo que por ser reconocido por otros amos, le da un lugar en un estrato de poder para continuar trabajando…como esclavo.

Parecería ser que en esta ciudad el kapanga ya no necesita gritar ¡neike! al mensú, ahora solo se lo seduce con que puede ser igual a él, solamente lo tiene que reconocer como un amo. Y así el mensú actual ya no tiene que sufrir miserias, con posar como el amo quiere ya se le dará un lugar, una pertenencia, y hasta en el mismo estrato de poder, pero siempre manteniendo la sumisión social hacia el amo, y éste, quedando como prisionero del reconocimiento del esclavo. Ambos logran así una relación de servidumbre más cómoda y educada que se adecuan a los estratos de poder que exige la sociedad posadeña.

Los elementos que anteriormente mencionamos que integraban la sociedad de la pose, tales como el social, el económico, el político, y el estético, son importantes, porque facilitan tener un vínculo con alguien que se encuentra en un estrato de poder superior, pero no determinan si una persona puede o no acceder a ese estrato. Tal como en el ejemplo del club y los otros ejemplos mencionados, lo que realmente es determinante no es si esa persona que quiere pertenecer a un estrato de poder superior tiene dinero o es conocido socialmente; estas variables pueden favorecer a pertenecer, pero lo realmente determinante es que logre posar como los otros amos quieren que pose.

Relación con otros autores

Nuestra idea de describir un comportamiento social en la sociedad de Posadas a través de un proceso dialectico, parece completamente contraria a la manera en cómo piensan reconocidos autores sobre las sociedades actuales y posmodernas. Baudrillard cree que la sociedad se construye a través del consumo, y que el individuo, con la posesión de objetos y de bienes de consumo, se convierte en alguien individualista, anti-solidario, y deshistorizante. Es decir, queda completamente anulado el vinculo con el otro, solamente es el consumo lo que constituye al individuo. Para Debord, quien entiende que las sociedades modernas de producción se anuncian como una inmensa acumulación de espectáculos, todo lo que antes era vivido directamente se ha alejado en una representación. El espectáculo es el modelo presente de la vida socialmente dominante. Este espectáculo es fundado en el aislamiento de los individuos. Lo que une a los espectadores no es más que un vínculo irreversible al centro mismo que los mantiene en el aislamiento. El espectáculo reúne lo separado, pero lo reúne en tanto que separado. Por lo tanto, los individuos se constituyen en el aislamiento que caracteriza esta sociedad del espectáculo. Lipovetszky afirma que en las sociedades actuales hay una búsqueda incesante de lo individual, de lo singular, y autenticidad, sin necesidad de incluir a un otro, y menos a un amo. En su concepto de personalización, los individuos se han liberado de las esferas sociales típicas a las que pertenecían y que incluían la constitución con el otro, y esto les ha permitido una autonomía en la que cada cual ya no tiene que seguir un camino preestablecido, sino que goza de márgenes de libertad crecientes.

¿Por qué entonces nuestra noción de sociedad se aleja de la noción de estos autores? ¿Por qué creemos que nuestra sociedad se constituye a través de una dialéctica entre dominantes y dominados, superiores e inferiores, amos y esclavos, y no como plantean estos autores, en que el individuo se constituye en y a través de su propia individualidad?

No tenemos una respuesta al respecto, pero creemos que la historia política de nuestro país podría haber influenciado en alguna medida el comportamiento social. Y en particular, la sociedad de la pose suele notarse con mayor visibilidad dentro de gobiernos de corte neoliberal. José Pablo Feinman explica al respecto este tema tomando como ejemplo a la clase media. Feinman refiere que la clase media no quiere ser lo que es. Quiere ser algo que no va a ser nunca, clase alta, y tiene mucho miedo de algo que podría llegar a ser, clase baja. En esta coyuntura, ¿qué hace? Cuando la derecha (gobierno neoliberal) arroja a la clase media a la pobreza, la clase media se une a los pobres y larga esta consigna: piquete, cacerola, la lucha es una sola. Surgen los gobiernos populistas y la clase media está contenta hasta que recupera su nivel adquisitivo. Cuando lo recupera, la clase media se harta de los gobiernos populistas y se une a las clases altas. Una vez que se une a las clases altas, éstas las vuelven a hundir en la pobreza y allí entonces la clase media nuevamente reclama por los gobiernos populistas. Con este ejemplo se puede articular a la clase media con la dialéctica de la pose. El de clase media quiere pertenecer a un estrato de poder superior (la clase alta) para que un amo dentro de ese estrato lo reconozca como tal. En el caso especifico de la sociedad de Posadas, eso se puede percibir muy bien en la clase media, que siempre le ha vestido muy bien la vestimenta neoliberal. Pero la sociedad de la pose no solamente se aplica en la clase media, sino a todas las clases sociales, es un comportamiento social del sujeto posadeño.

Conclusión inconclusa

Desde ya que no pretendemos dar una conclusión al tema. Sin embargo, podemos pensar en la siguiente propuesta para continuar este trabajo. Si queremos al menos vislumbrar otro tipo de sociedad en nuestra ciudad, una posibilidad sería negativizar la dialéctica de la pose. ¿Qué sería negativizarla? Decir no a la pose, ¿y cómo se haría? En una entrevista, el intelectual argentino David Viñas dijo que decir “no” ya es pensar. Tomando esta idea, podemos proponer que el elemento negativo a la pose sea el pensar, decir que no a la pose sería pensar. Lo que busca esta sociedad de la pose es que no pensemos, que no conflictuemos, que solamente posemos para otros. Por tal razón, pensar, decir que no, es el principio de poder salirse de esta dialéctica. Dejar de posar, comenzar a pensar. Tal vez con este lema podríamos ser menos serviles, menos soberbios, menos autómatas, menos amos y esclavos.

Así como Baudrillard y Debord han titulado a sus respectivas obras como La sociedad del consumo y La sociedad del espectáculo, nosotros le pondremos como título a este trabajo -sin ánimos de comparación pero sí de inspiración- La sociedad de la pose. Título que nos servirá para describir una manera característica del comportamiento que se desarrolla en la sociedad de Posadas. Este escrito no intenta ser un análisis sociológico de los habitantes de esta ciudad, es tan sólo una simple mirada a un comportamiento social que se suele presentar en la capital de Misiones.

¿A qué llamamos "La sociedad de la pose”? Definimos a la pose como el modo de ser de los habitantes de la ciudad de Posadas, caracterizado por mostrarse de una manera que les permita pertenecer a cierto estrato de poder. Por estrato de poder nos referimos a un estrato integrado por diferentes elementos, tales como elementos sociales, económicos, políticos, y estéticos. En este estrato, los vínculos se desarrollan en dos niveles de pose: el habitante inferior que posa para alguien que considera superior, y el habitante superior que posa para alguien que considera inferior. En ellas se establecen relaciones aparentemente amistosas, aparentemente simétricas, y sin embargo, son hipócritas, asimétricas, verticales, desiguales, y lo que se persigue es posar para alguien con el fin de que le permita pertenecer a cierto estrato de poder.